A niños que exigen que les dejen la puerta abierta o una luz encendida, no quieren quedarse solos. A personas aprensivo- supersticiosas fascinadas por ideas mágicas. En el tratamiento de alcohólicos que son víctimas de ideas incorregibles. Niños y mujeres violadas. A personas que practican la meditación en grupo y tienen temor, están muy sensibles. A jóvenes que han experimentado viajes de horror por culpa de la droga (efectos posteriores a la ingesta de drogas). A los que no pueden dormir de nuevo por culpa de una pesadilla. A personas que no soportan la atmosfera en determinados lugares. A personas con premoniciones negativas (robos, accidentes). A personas atraídas por fenómenos paranormales, pero les temen. A personas que despiertan por la noche y tienen sensaciones de que hay, alguien en el cuarto, visiones, y no pueden volver a dormir (fantasmas, muertos, contacto con el plano astral).