Se recomienda dar a todas las personas frecuentemente. A personas envidiosas que miran de soslayo para ver si otros están un peldaño más elevado que ellas, esto se da tanto en la vida económica corno en círculos espirituales. A personas que dicen que son tolerantes, que no conocen los celos (la probabilidad que se trate de un sabio es muy exigua), más bien cabria pensar que estas personas son tan apáticas interiormente que ya no tienen posibilidad de sufrir y amar. A todas las personas que están en el camino espiritual, la necesitan más frecuentemente de lo que pensamos. En la fase terminal de las enfermedades incurables. A primogénitos cuando nace el hermano y suelen tener celos en forma de mal humor y caprichos. A los perros que de pronto se encuentran con un bebé en la familia. A los que se quejan de los demás, temen ser embaucados. A los que adivinan algo negativo detrás de muchas cosas. A los que frecuentemente se sienten mortificados u ofendidos. Odios contra la familia. A niños pequeños con padres o padrastros agresivos, pueden generar odio. A personas activas cuando las esencias prescritas no dan el resultado esperado o si salen demasiadas flores y se duda cuáles recetar, ayuda a clarificar. A personas violadas que generan odio y sed de venganza.